jueves, 13 de septiembre de 2007

La luna y las estrellas


Es tu sonrisa contagiosa.
Sí.
Es la suavidad de tu cabello, los ojos bien abiertos, la palabra precisa y oscilante.
Son tus besos suaves, arrolladores, la mirada perdida en nuestra historia.
Sí.
Son tus pasos que sigo sin cesar y convencido. Enamorado, atado a tus caderas y a tu alma. Es el constante ir y venir acompañados.
Sí.
Son los días que pasan, los tuyos y los míos, en los que entretejemos la trama de los sueños.
Eres tú.
Eres el ancla que detiene mis desvelos, la brisa que me toca, las mañanas de amor y desconcierto.
Eres tú quien por las tardes me toma de la mano y cuando duermo te vuelves universo.
Sí. Reitero embelesado: te amo tanto como los hombres aman la luna y las estrellas.