domingo, 4 de noviembre de 2007
Aventura
Es tu belleza entrañable, la odisea de tus besos por las noches.
Es el éxtasis que provocas cuando hablas, el estallido de tu risa.
Es la amigable compañía, los devaneos que nos brindamos...
Son tus labios de cereza y las caricias a tu rostro.
Es el amor, el brillo de tus ojos. La caricia embelesada, los te quieros cada día. Eres tú, Liliana. El destello de tu cuerpo.
Es la aventura de tomarte de la mano.
jueves, 13 de septiembre de 2007
La luna y las estrellas
Es tu sonrisa contagiosa.
Sí.
Es la suavidad de tu cabello, los ojos bien abiertos, la palabra precisa y oscilante.
Son tus besos suaves, arrolladores, la mirada perdida en nuestra historia.
Sí.
Son tus pasos que sigo sin cesar y convencido. Enamorado, atado a tus caderas y a tu alma. Es el constante ir y venir acompañados.
Sí.
Son los días que pasan, los tuyos y los míos, en los que entretejemos la trama de los sueños.
Eres tú.
Eres el ancla que detiene mis desvelos, la brisa que me toca, las mañanas de amor y desconcierto.
Eres tú quien por las tardes me toma de la mano y cuando duermo te vuelves universo.
Sí. Reitero embelesado: te amo tanto como los hombres aman la luna y las estrellas.
martes, 31 de julio de 2007
Que del suelo broten esmeraldas
Hay ciertos días en los que la palabra belleza no logra describirte por completo.
Hay días en los que te quiero mucho más.
Hoy es uno de ellos.
Altiva, maravillosa. Con la blusa verde que confunde mis sentidos, la sonrisa que promete. En unas horas tus ojos se llenarán de asombro al abrir Erik sus juguetes de cumpleaños. Sus cuatro años y tu rostro, combinación ideal para abandonar el mundo extasiado por mirarlos. Quisiera atraparte para siempre.
Y que nunca te alejes de mí, que cada noche hasta la última me digas te amo, que me lo recuerdes con tus besos; que lluevan cascabeles, caigan las estrellas, y que del suelo broten esmeraldas.
Hoy es uno de esos días en los que cada minuto se llena de tu aroma, de la hermosura con la que caminas, pasas a mi lado, nos hacemos uno tomados de la mano.
Hoy te quiero mucho más.
Estarás ahí, sentada a mi costado, dormitando, olvidándote del viaje. Dejando atrás por unas horas lo complicado de tu semana. Yo te observo.
Te pido poseerme.
La urgencia de tu piel, los escarceos para buscar la suavidad de tu entrepierna, el tono suave con el que quisiera, como un sortilegio, enamorarte. Yo lo estoy.
Hoy es uno de esos días, que del suelo broten esmeraldas.
Qué porte, qué hermosura.
Cuánto amor.
lunes, 23 de julio de 2007
Que desfallezcas
En los últimos días quisiera que mis devaneos te tocaran el alma, que a mis palabras sobrevinieran los deseos, que si me acerco a tí, me tomes en tus brazos, que si mi aliento roza tu nuca, desfallezcas; que si te beso el universo se contraiga en suspiros y jadeos. Tengo el deseo de estar en tí, de hurgar en tus memorias, de fusionarme con tu cuerpo.
Quisiera poseerte.
Me es tan necesario: algo en mi
estallaría
jueves, 19 de julio de 2007
El amor duele
Sí, lo he sentido una y mil veces: pienso en ti y mis ojos se refrescan de pequeñas gotas que laceran.
Duele el amor.
Por su intensidad, por su orgullo. Porque estás siempre a mi lado.
Es un dolor intenso, delicioso. Está cargado del temor de perderte, de las horas que estaré sin ti.
De viajes que parecerían eternos.
De silencios y fugaces ausencias.
Me duele amarte, lo reclaman mis sentidos. Pero te amo.
Esa pasión llamada Liliana cautiva y enternece. Obliga a la sinrazón y a la locura.
Duele el amor cuando no te veo.
Pero a tu mirada siempre sobreviene la calma.
Me reconfortas, respiro plácido, camino con destino.
Tu mirada palia toda tempestad. Escampa entonces en mi alma enamorada.
viernes, 13 de julio de 2007
En estos días
En estos días no sale el sol, sólo tu rostro.
Tu rostro que es divino, que enloquece. Tu gesto que conmueve mis entrañas. Te amo. Con una inmensa eme tan grande como furiosa, con la pasión desbordada y el encanto de tus ojos. Te amo toda alegría y grandes carcajadas. Te amo color azul celeste. Eres parte de mí, eres mi guía. Sin tus palabras mis caminos tornaríanse laberintos.
Qué sonrisa la tuya, qué mirada: amorosa, gigantesca. Mía.
Te amo siglos, tempestades.
Te amo hambrunas, pestes y pandemias.
Te amo tanto como inacabable, tanto como te amo, yo te amo.
lunes, 18 de junio de 2007
Amor literal
Como quisiera encontrar las palabras que de verdad le muestren en cada acento, en cada coma, en cada punto suspensivo... lo que significa mi amor por usted. Deseo verdaderamente que todos los puntos y seguidos, cada signo de admiración y todos las sintaxis se congreguen con el único afán de decirle que la amo, tan infinitamente como los errores ortográficos, tan atroz como las palabras mal escritas sin hache y tan profundo como un sueño de amor escrito en tinta azul.
sábado, 2 de junio de 2007
Extravío sensacional
Hay ocasiones en que me pierdo entre mis propios sentimientos.
Me desespero.
Cómo explicarte lo que para mí significa tu mirada.
Cómo entender siquiera que nuestros destinos pudiesen separarse.
Cómo decirte a cada minuto que cada minuto fluye por mi cuerpo ese
incesante deseo por tí, por tus besos, por tu voz, por el calor de tu
entrepierna, por los silencios rotos.
Cómo hago para permanecer la vida entera junto a tí.
Cómo anclarme para siempre, porque por siempre quiero estar contigo.
Cómo manejo los celos, cómo el dolor, cómo todas esas palabras que
carcomen; qué hago con el llanto, dónde encuentro las certezas.
Lo dicho: extravío de sensaciones.
Cómo vivo contigo. Cómo muero sin tí.
viernes, 1 de junio de 2007
Tanto como perenne
lunes, 28 de mayo de 2007
...ese rostro tuyo...
Los minutos compartidos en ese ejercicio interminable que inicia al cruzar tus dedos con los míos son parte de una magia que no logro comprender pero hechiza mis sentidos tanto como el momento en que te sientas a mi lado y sonríes o cuando caminamos por las viejas y maltratadas calles de la avenida Juárez con mi brazo alrededor de tu cintura y mis ojos adueñándose de ese rostro tuyo siempre tan igual y tan distinto que ha logrado convertirme en un coleccionista de tu imagen de la que me apodero irrefrenablemente hasta en mis sueños...
martes, 10 de abril de 2007
¿Qué hago?
Muero de ganas
Muero de ganas.
De tomarte entre mis brazos y sentir tu piel desnuda sobre
mi pecho, tu abrazo alrededor de mi cuello y yo perdido en la
hasta entonces alineada cabellera. De tenerte.
De hacernos uno despacio, con mis manos en tu rostro y las
palabras como sortilegio. O rápido, entre gritos y dolor de
pantorrillas.
De que mis manos viajen por cada una de tus profundidades;
de encontrarte.
De sentir humedades prometidas. De mordidas a los dedos
de los pies.
De besarte.
De recorrerte con los labios, poro a poro.
De llenarte.
Muero de ganas.
Muero de ti.
Es en ocasiones la sonrisa...
Es en ocasiones la sonrisa, pero también el cabello en exacta rebeldía; los diversas tonalidades en tu voz, la carcajada; tu calor a mi costado y las caricias, los ojos bien abiertos, palabras al oído, el despertar acalorados. Es el severo gesto al enojarte, la vanidad de tu entrepierna, el sueño que madura; son los planes inmediatos, los de hoy, los de mañana, los perfectos. Es tu aliento y el filo de las uñas, los estremecimientos que sin pensar --y en ocasiones con toda alevosía-- provocas. Es tenerte, mi vida, vida mía. Y sonreírte, hurgar en tu alma, tomarte de la mano, recorrer con la otra cada trazo. Encontrar tus veredas, los caminos. Y anhelar: hacer del futuro un lienzo colorido. Que cada susurro mío se vuelva estrella. Que cada suspiro tuyo me atrape sin remedio.
lunes, 2 de abril de 2007
Una dosis de locura
A veces pienso y pienso y pienso y no encuentro la mejor manera de decirte todo lo que siento por tí. Un poco de añoranza, cuando estamos separados; otro tanto, mucho, de deseo; una pizca extra de ilusión por ver de nuevo tu rostro y tomarte entre mis brazos; cariño, unas ganas locas de acariciarte con cariño; ternura, cuando aprisiono tu cuello con mis manos y mi beso hurga nuca y busca tu cintura. Calor, cuando te miro, ahí, recostada sobre el espejo y comienza entonces mi inenarrable dosis de locura.
Te quiero.
Te pienso.
Te deseo.
¿Sabes?
¿Sabes?
El abrazo con el que todos los días te recuerdo, siempre tiene diversos sentidos y genera múltiples emociones.
El del lunes es un abrazo suave, relajado, como queriendo acariciar lo que acabamos de vivir el fin de semana, como una extensión del tiempo frente al espejo. Para el miércoles lleva cierta nostalgia: justo la mitad de la semana entre mirarte y volver a hacerlo, entre escucharte y enloquecer; para el viernes es desesperado: me urges.
La necesidad de tus besos es imperiosa y todo empieza a girar en torno a la casi esquina RD y Misterios, más precisamente el vértice que se forma entre tus piernas,cúspide de mis ensueños.
El del sábado es el abrazo más cálido (ya sabrás el tamaño de la felicidad)
Y el del domingo vuelve a ser suave, como si adivinase los otros, los que vienen, cuando por fin estás a mi lado.
lunes, 26 de marzo de 2007
Hay días...
Divides mi vida
Divides mi vida en fragmentos que se reconcilian al pensarte: te imagino en tu trabajo, por la calle, tomando apresurada el teléfono, mirándome. Voy por estos senderos rumbo a tu encuentro y palpito ansioso si te pienso. Actual, dulce, vehemente, apasionada, encarnizada, ideal, profunda, desesperada. Preocupantemente enamorado desando los caminos.
jueves, 15 de marzo de 2007
Sonrisa
miércoles, 14 de marzo de 2007
Inventario
Instantes
A unas horas de la boda...
Claudia Liliana: lo que ocurrirá alrededor de la una tarde de este sábado 20 de abril (2002) no es sino una muestra de lo que se puede producir si usted tiene la confianza, la ternura, la dedicación y la decisión de aceptar un beso --a las puertas de su casa, una noche cualquiera, después de caminar desde Bucareli y Reforma--, aunque sea chiquito.
Lo que ocurrirá no es sino la suma de las emociones, de los colores, de tantas tardes-mezclilla, de arrumacos y de tus miradas que, dulces, cruzan por las mías.
Lo que ocurrirá es una suma interminable de correrías por el estacionamiento, de paseos de la mano por el Lago, de añoranzas y mordidas. De cientos de ocasiones acariciándote a la distancia, desde la máquina de escribir. Es la suma de suspiros intensos cuando escucho tus palabras, mi mano buscando tu bolsa trasera del pantalón cuando caminas a mi lado; mis ojos de fascinación por la falda tan cortita, el aroma de tu piel.
Es la suma de las ganas, de tu desnudez, tu brazo a mi costado, la alineada cabellera; la suma de palabras-sortilegio, los helados de Potrero, mi abrazo quitándote el frío, los cines, el calor entre tus piernas, los cafés que no me tomo y me tomé y me tomaré; tus ojos.
Una suma de instantes con el coche descompuesto, yo sujeto a tu cadera, tú llegando a Malva, tu boca pegada a un cigarrillo, tu sonrisa, el embeleso que produces, tu fragancia y las noches con tu imagen como eterna compañía. Es la suma de palabras dictadas al oído.
Lo que ocurrirá este sábado alrededor de la una de la tarde no es otra cosa que el inicio de lo que se puede lograr, multiplicando por millones la energía, el amor, la ternura, la dedicación y el deseo que nace cuando, de la mano, llegando a tu casa, te pido un beso y tú me dices sí, pero que sea chiquito, y yo después salgo corriendo con la euforia de haber conquistado el universo entero.
martes, 13 de marzo de 2007
No es la promesa de alboradas
sábado, 10 de marzo de 2007
Intensidad
jueves, 8 de marzo de 2007
Oye chocosa
Te quiero
cada momento que mis ojos cruzan por los tuyos, cada uno en que tu calor invade mis entrañas; cuando hablamos, si te enojas. Te quiero porque estás aquí, junto, a mi lado. Y compartes el rito de la piel, los gritos y los besos. Te quiero porque hueles a miel. Y a eso sabes. Te quiero todo el tiempo, caminando, de la mano o gotas de lluvia sobre el rostro. Todo el tiempo, todo, te quiero. Lo sabes. No lo niego.
¿Conjuro?
Como si de un conjuro se tratase, tan sólo evocar tu nombre me transporta a la suavidad de ese cabello que cede ante el acoso en el espejo y rebelde se queja a su manera: tornándote más linda a cada tarde de besos derramados en las sábanas, caricias que no acaban. No se trata de un conjuro, quizá, pero tu remembranza me lleva a recovecos celestiales, sagrados rincones, divinas aristas, polos inexplorados; con tu recuerdo inicio un viaje a la sinrazón, al desequilibrio, al paroxismo. Me pierdo al observarte y lo hago a menudo, intensa, ferozmente. Más tarde, te invoco. Y, como si de un conjuro se tratase, apareces, nítida, completa, frente a mi.
¿Qué quisieras ser?
Nunca sabré
lo que me estás dando. Pero sin duda me llega por los ojos; ¿o es por la nariz?; acaso, sí, estoy seguro, por el tacto. ¿O será vía intravenosa con impacto directo al corazón? Quizá sólo sea telepático. O vía satélite. Últimamente por mail. No sé, pero aquello que me estas dando me llega de tantas maneras que difícilmente podré defenderme. Ni lo intento.
Chiquilla
hay ocasiones en las que me pregunto hasta dónde vamos a llegar. Otras, en las que apenas recuerdo que debemos llegar a algún lado. A veces a gritos me sorprendo enmedio de una exquisita demencial y absoluta locura. Respiro agitado. Balbuceo, injurio. Me tenso. Te beso. Me miras. Somos uno. Y cuando la sinrazón nos abandona, cuando la agitación desvanece y los sentidos recobran su exacta dimensión, te observo, caminas, te vistes, acaricias. Cuando la sinrazón se va, clamo que vuelva. Cuando tomo Insurgentes a la derecha, después de mandarte un beso más, sé que sólo emprendo un largo recorrido por la ciudad que me llevará de nuevo hasta tus brazos. Cuando te siento, me pregunto contrariado: ¿hay que llegar a lado alguno sino a tu cuerpo?
Estás aquí,
en todas mis lunas. En cada paso, en los camiones, la música, los soles. Estás en el viento que por las tardes, enfadado, enfría todos los rostros, en el aroma que al andar derramas. Estás en mi mente y en mis ojos, en el suave tacto del cabello, en tu eterna sonrisa enamorada. Me gusta tu presencia. Es dulce, delicada, tierna; avasallante. El corazón da vuelcos cuando mis manos contactan tu cadera y mi alma asoma a la tuya a través de la unión de nuestros cuerpos. Te quiero. Tanto como nunca, tanto como siempre.
martes, 6 de marzo de 2007
No son solamente...
No son solamente las tardes con tu imagen como perenne compañía; ni los miles de tonos que le he encontrado a tus pantalones de mezclilla; no solamente son esos minutos a hurtadillas en el estacionamiento ni los paseos de la mano por los límites del lago; no es tu sonrisa. No tus besos. No solamente. Va mucho más allá. Eres tú. Es el momento. Estás aquí, mágicamente, en el preciso instante en que te anhelo. Me gusta sentirte. Escuchar tus latidos cuando digo duerme y tú solamente pones ojo avisor y dices sí, claro que sí y nos sumergimos en ese letargo que inevitablemente sobreviene al placer. Te quiero. Lo mismo cuando nos exploramos con historias entre sorbos de café, que si, traviesa, mi mano navega tu entrepierna y de pronto exclamas: "Ey, ey, ¿y a ti quién te invitó?" al intruso por la ventana. Más allá cuando te escucho. Te quiero mucho más allá en ese preciso instante en que cada movimiento de mi boca se convierte en un grito y entonces soy como concertista que no quisiera dejar jamás del escenario. Compartimos historia. La vivimos. Y estoy feliz. Perdida la mirada en esa tu figura; mis manos hurgando cada poro de tu piel; eternamente embelesado con tu aroma; saboreándote con ternura infinita y muy muy muy cerca de enloquecer cuando te escucho.
Cada vez es más rico
Este universo
viernes, 23 de febrero de 2007
Te amo tanto
sunombreesliliana, con más fotografías
Te amo tanto como infinito. Mucho más. Tanto como imposible, y más. Tanto como te amo.
El mundo
Originales y más fotos en sunombreesliliana.blogspot.com
El mundo inicia a partir de tu sonrisa
Este universo
Este universo sólo tiene sentido gracias al brillo de tus ojos y al calor de tu mirada. Te amo tanto como nunca. Y mucho más.
posted by Pedro Díaz G. @ 4:06 PM 0 comments
Monday, July 10, 2006
Porque se que ya no fumas
Porque se que ya no fumas. Porque cierro los ojos y eres tú. Porque sonríes. Porque a cada paso me embelesas. Porque tu fragancia es mi eterna acompañante. Porque estás. Te quiero.
posted by Pedro Díaz G. @ 9:12 AM 0 comments
Tu cuerpo
Tu cuerpo es el remanso necesario, la quimera perfecta, el paso irreductible; afán cotidiano, perenne anhelo, destino obligado.
Es la mariposa atrapada, el bailoteo de un ángel, una barca que arriba; película muda, nostalgia a futuro, escuela de emociones. Oye, tu cuerpo es el lugar donde exploro la intensidad del universo y descubro la verdadera razón de la existencia. Tu cuerpo, breve,
que es mío, locura recurrente. Principio y final de nuestra trama.
posted by Pedro Díaz G. @ 9:00 AM 0 comments
Todo el día,
Todo el día, todo. De inicio a fin, de mañana a anochecer. Todo.
Del alba al ocaso, de hora cero a veinticuatro. Del despertar a la ensoñación, de un crepúsculo a otro igual. Todo. De antes meridiano
a medianoche, de que sale a que se oculta el Sol, también cuando
se muestra o esconde, vaya Luna. Todo. Todo el tiempo --todos los relojes, todos--, te quiero.
posted by Pedro Díaz G. @ 8:44 AM 0 comments
Saturday, July 08, 2006
¿Puedo pedir algo?
¿Puedo pedir algo? Que siempre tengamos tardes como la de ayer, Que tus manos jamás me abandonen, Que tus labios no dejen de besarme, Que tu corazón siempre este conmigo, Que tus miradas sigan siendo para mi, Que tus mordidas no me olviden, Que el espejo no se canse...
Te quiero
posted by Pedro Díaz G. @ 1:37 PM 0 comments
Thursday, July 06, 2006
La fascinación comienza
La fascinación comienza al cuarto para las cinco, cuando parpadeas por primera vez,
cuando te adoro
posted by Pedro Díaz G. @ 6:21 PM 0 comments
Wednesday, July 05, 2006
A veces, cuando camino
...te voy pensando. Y me sorprendo sumergido en una suerte de detalles tales que no podrías creerlo. Aquel, que debió ser el día uno en que te vi: delgada, esbelta, con ese andar lleno de orgullo y serio, muy serio el rostro. Casi siempre. Después, tu presencia volvióse cotidiana. Era mi mirada la primera en buscarte al llegar a la redacción temprano porque, de otra manera, tu habrías partido. Era seguir tus pasos, primero discretamente; después acompañarlos con un par de guiños complices con don Pepito y ¿ya vio, qué bien viene ahora? Y él que llegó en ocasiones a decir insuperable, y yo que en ocasiones le confirmaba insuperable, y tú paseando de un lado a otro de mis sentidos. Después, tu presencia volvióse un argumento. Te imaginaba, por supuesto. Cómo sería. El talle ideal. Esos ojos. Porque he de decirte que el gesto casi desde siempre fue muy parecido a un cuidado, no te acerques con malas intenciones porque sé defenderme, y yo jamás me acerqué con malas (bueno, malas malas) intenciones. Pasaron los días y como mi búsqueda por apenas una de tus miradas era del todo infructuosa, algo distinto habría que intentar. Unas lineas en el bolso en el día que tu cabello y esas uñas me obligaron a hacerlo Y luego, ser atento. Sí. Qué atento... Caminar a tu lado, por las calles del centro, rumbo al metro, primero. De la mano algunas veces. Y yo en el intento por seguir con ese ritmo de tu paso que es imposible conciliar entre estrechas veredas, puestos ambulantes, discos y flores y mis ojos perdidos en tu cuerpo. --Te robo un beso. --No. (Ay, güey. ¿Y ahora?) --Bueno, chiquito. (Bueno, chiquito ahorita; mediano pronto y grande, muy grande, lo prometo, para el futuro) --Bueno. Y salir corriendo hacia el metro Potrero a toda velocidad como si fuese un niño; euforico. Chiquito, chiquito, chiquto, pero era un beso. Prometia. Después, tu presencia volvióse una sonrisa. Vamos a la Pantalla. Sí, vamos. Y mi mano hurgando bajo tu cintura y los niños que ay qué pantallota, y las señoras de al lado muy concentradas en lo que está sucediendo allá adelante. Y tú a mi lado. Y el coche que no arranca. Pero no importa, vámonos en taxi o lo que sea, antes, a comer con los amigos o acaso al cine; más actual y frecuentemente a la casi esquina de los anhelos cumplidos: RB y Misterios (en donde se escucha, por cierto, ¡cada palabrota!) A veces, cuando vivo, te pienso. Y me sorprendo sumergido en una suerte de detalles tales que no podrías creeerlos. Y creo que tu presencia se ha vuelto mi universo.
posted by Pedro Díaz G. @ 1:00 PM 0 comments
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